jueves, 1 de noviembre de 2012

    Hoy comentaré sobre el Rancho Vaquero de Teolinca:

TEOLINCA

    Fue un Rancho Vaquero de la hacienda ganadera de San Juan Chinameca, propiedad del rico español Vicente Alonso Simón.
    Para llegar a Teolinca, es vía ruta Huautla, municipio de Tlaquiltenango, Morelos; se pasa por costdo del pueblo de San José de Pala, del municipio citado; siguiendo la carretera a Huautla, como a 200 metros, hay un camino de terraplén que conduce al jagüey de Pala, antes de llegar a la citada presa, el camino se divide en dos, uno de ellos nos lleva al pintoresco jagüey de cría de mojarra y el otro a una cuesta arriba, sin camino señalado y pedregoso.
    De lejos se observan múltiples cerros que rodean Teilinca, atrás de esos cerros están aquellos pueblos que apoyaron incondicionalmente el movimiento agrario. Entre estos pueblos están, El Limón, Ajuchitlan, Quilamula, Pala, Santiopa, Huautla, Huaxtla, Xochipala, El Tepehuaje, Los Sauces y otros. De esa misma distancia, se observa una parte más verdosa, el guía nos dijo que ahí luce un amate amarillo, y que en su planta sale un hilo de agua (manantial). 
    Teolinca, pertenece al ejido de Quilamula del citado municipio, la brecha en terraplén del área protegida de la sierra de Huautla, es un punto donde pululan los ciruelos, de esas ciruelas con las que se hace un rico atole de esa fruta, además hay nopales, cubatas, uñas de gato, palo dulce, tepexhuixtles, amozquites, huachocotes, cuaulotes, cuatecomates, huamúchiles, chipiles, tlaligos o palo brasil, así es el paisaje natural de la emprendedora búsqueda, a esa hora, el sol lanzó sus abanicadas de calor, despúes de un rato llegamos a los múltiples corrales, donde el vaquero separó los toros de las vacas, becerros y terneras; los corrales o chiqueros están amotinados de curiosos tlahuitoles, que de lejos se veían como gruesos palillos, los que no te impiden dar pasos de largo a largo, de tecorral en tecorral o de chiquero en chiquero.
    A flor de tierra y sobre los tecorrales, se localizan resíduos de molcajetes, tejolotes, metlapiles, metates y tepalcates de vasijas que emplearon aquellas primeras mujeres que acompañaron a su guerrillero esposo, en la revolución agraria, buscando con el arma en las manos aquella tierra que se les había usurpado.
    Teilinca dejó de ser un Rancho Vaquero de aquella finca ganadera de San Juan Chinameca, para convertirse en el 3er Cuartel Agrarista.
    Hasta aquí una parte de los Ranchos Vaqueros y lo que aprendí en un espacio de 15 años.     

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